Una de las preguntas que muchos de nosotros nos hacemos, una vez que hemos invertido nuestros ahorros en un fondo de inversión: ¿Qué hacemos ahora? ¿Esperamos a que empiece a ganar dinero? ¿Cuándo sacaremos los ahorros? ¿Puedo seguir ganando más???
Hay que estar continuamente cuidando de nuestra inversión, y cuando invertimos en un fondo de inversión no significa que tenemos que dejarlos allí por los siglos de los siglos.
Todo lo contrario hay que ser activos, hay que llevar un seguimiento y ver que están haciendo con nuestro dinero.
Estamos ganando con el fondo de inversión. ¿Lo sacamos y nos llevamos el beneficio o esperamos a ganar más?
Si el fondo ha conseguido una buena rentabilidad y estamos ganando tendremos varias opciones:
1. Vender nuestras participaciones del fondo, y recoger las ganancias para disfrutar de ellas.
2. Seguir manteniendo la inversión para seguir ganando más, ya sea en el mismo fondo o cambiándolo por otro.
Hay que medir nuestra ambición para ver cuando sacamos nuestra inversión.
Mira este pequeño ejemplo, a nuestro amigo Juan parece que por querer ganar más perdió; mientras que nuestra amiga Ana su ambición le hizo ganar más.
(Dibujo de uno que gana y pierde; y otro que gane y vuelve a ganar más)
Como siempre decimos nadie tiene un bola de cristal, y nadie puede asegurar que va a suceder; por tanto cada uno tiene que ser consciente de las decisiones que se toman para bien o para mal.
Hay que fijarse limites
Una buena práctica es fijarse limites tanto para lo que podamos ganar 🙂 y podamos perder 🙁 . Y cuando llegamos a uno de estos límites pararnos a pensar cual sería el siguiente movimiento.
Si pensamos que el fondo de inversión ya ha dado todo lo que tenía que darnos: podemos cambiar a otro fondo de inversión; o también repartir nuestra inversión en diferentes fondos, de estas manera estaremos diversificando el riesgo.
O incluso, si queremos sacar nuestra inversión y recoger el beneficio, también es completamente aceptable; lo único malo aquí, es que nuestra querida Hacienda nos exigirá impuestos por lo que hemos ganado.