3. Depósitos
3. Depósitos
Un depósito es el producto de ahorro por excelencia, es una de las principales opciones para nuestros ahorros. Es una posibilidad de dejar nuestros ahorros sanos y salvos, sin ningún riesgo.
Los únicos que pueden ofrecer este tipo de producto por ley, son los bancos (bancos tradicionales o digitales, bancos nacionales o extranjeros)
Cuando contratamos un depósito lo que estamos haciendo es dejarle nuestro dinero al propio banco, y a cambio ganamos unos intereses. Será nuestra recompensa por el hecho de haberle dejado nuestros ahorros al banco durante un plazo de tiempo.
Le estamos cediendo nuestros ahorros al banco, y será este quien tenga la obligación de devolvernos nuestra inversión más los intereses.
Así empieza a funcionar la rueda de las finanzas: el banco repartirá nuestros ahorros dentro de la economía (dando hipotecas, otorgando préstamos a pymes…) y cuando se termine el plazo de nuestro depósito, el banco cogerá la misma cantidad de otro sitio y nos devolverá nuestros ahorros.
Nuestros ahorros estarán garantizados; primero porque existe un contrato entre el banco y el ahorrador, y segundo y más importante porque el gobierno por ley garantiza hasta 100.000€ por titular a través del Fondo de Garantía de Deposito (FGD).
Los depósitos con una cantidad menor o igual a 100.000€ estarán completamente libres de riesgo.
Esta es la única opción que está completamente libre de riesgo, junto con las cuentas corrientes y cuentas de ahorro.
El tipo de interés que ofrezca el banco es lo que va a marcar la rentabilidad que podemos obtener, y junto al vencimiento serán los puntos clave para elegir un depósito.
A mayor vencimiento, los bancos suelen ofrecer mayores intereses; como retienen nuestros ahorros más tiempo, tienen que pagarnos más.
La principal ventaja es una opción sin riesgo. Invertimos nuestros ahorros y sabemos exactamente cuándo los vamos a recuperar, además de los intereses que nos van a pagar.
Existe otra cara de la moneda los depósitos no son flexibles y por tanto tendremos que esperar hasta el vencimiento para recuperar nuestra inversión. Además los intereses que suelen ofrecer son más bajos que otras opciones (fondos de inversión o planes de pensiones).