5. Planes de Pensiones
5. Planes de Pensiones
La renta vitalicia es un seguro de vida, estamos dejando nuestros ahorros a una aseguradora para posteriormente ir recibiendo una renta para toda nuestra vida. Es una opción más para gestionar nuestra jubilación.
El funcionamiento de una renta vitalicia es sencillo, nosotros dejamos nuestros ahorros en un momento inicial y la aseguradora cuando procederá a darnos unas rentas/pagos periódicas (mensual, trimestral, o anual) para toda nuestra vida.
A través de un seguro, los ahorros que tenemos hoy se reparten en pequeñas cuotas (rentas) para toda nuestra vida.
(dibujo de líneas)
Al igual que al momento inicial tenemos que hacer una aportación (llamada «prima»), también tenemos la opción de hacer pequeñas aportaciones a lo largo del tiempo.
Cuanto mayor sea los ahorros que dejemos, mayor será la renta que recibiremos, de la misma manera, las rentas que vamos a recibir también estará en función de nuestra esperanza de vida.
La aseguradora calcula la esperanza de vida que tenemos y nos reparte nuestros ahorros a lo largo de nuestra vida.
La aseguradora coge nuestro dinero que le hemos dejado y lo invierte por su cuenta, pero con la obligación de que cada mes o cada trimestre nos tiene que pagar nuestra renta hasta el fin de nuestros días.
Al contratar el seguro de renta vitalicia, la aseguradora nos va a dar una rentabilidad sobre los ahorros que estamos metiendo en el seguro.
Esta rentabilidad estará metida dentro de los pagos que estaremos recibiendo toda nuestra vida.
Aunque la rentabilidad no suele ser muy alta en estos seguros, lo mejor sin duda son las bonificaciones fiscales, lo cual implica que podremos pagar muy pocos impuestos.
Dependiendo del tipo de seguro que elijamos puede que nos ofrezca una rentabilidad fija todos los años o variable. Esto es a nuestra elección.
El seguro de rentas vitalicias tiene la finalidad de durar para toda la vida, pero si en algún momento necesitamos sacar los ahorros de golpe, podemos hacerlo, no hay restricciones en este sentido. Como mucho podría existir alguna limitación para solo los dos primeros años, pero después podemos sacarlos si lo necesitamos.
El gran inconveniente es que perderíamos la ventaja fiscal de la renta vitalicia, y en algunos casos podría implicar alguna penalización en nuestros ahorros 🙁 ¡Hay que estar atentos en este sentido!
Perderíamos todas las ventajas fiscales que tienen este seguro y podríamos llegar a perder parte de nuestros ahorros.
Si no se trata de una urgencia, es recomendable no sacar el dinero, ya que podrían llegar a devolvernos menos de lo que hemos puesto 🙁
En los seguros de rentas vitalicias existen diferentes modalidades y cada uno de ellas tiene su particularidad, que afectará a la rentas que vamos a estar recibiremos.
(dibujo de líneas)
(dibujo de líneas)
(dibujo de líneas)
Podemos contratar una renta vitalicia directamente de nuestros ahorros contratando el seguro, pero también existen otras opciones. Los ahorros sacados del plan de pensiones podemos destinarlos a una renta vitalicia.
Además, a partir de los 65 años al vender nuestra casa o algún producto de ahorro con ganancias (fondos de inversión, acciones..) , si este dinero lo dejamos en estos seguros podemos ahorrarnos pagar los impuestos de dichas ganancias 🙂
Como todos sabemos hay que pagar impuestos en esta vida, a Hacienda se le escapan pocas cosas, pero aquí nos ofrecen una enorme ventaja fiscal.
Sobre las rentas que vamos a recibir nos ofrecen una desgravación que puede llegar a ser de hasta 92%, lo que implicaría solo llegar a pagar un 1,52% de impuesto (lo normal sería pagar un 19% o 21%). A partir de los 70 años se convierte es una muy buena opción
Menos impuestos cuanto más edad tengamos al contratar el seguro.
Además se destaca también la seguridad de que siempre vamos a recibir nuestra renta, pase lo que pase tendremos nuestras rentas. La renta vitalicia no está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos, no existe una garantía del estado. Es un seguro y por tanto depende de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones
Como desventajas tenemos que la rentabilidad de estos seguros no es muy elevada y aunque tengamos la flexibilidad de sacar nuestro dinero de golpe, podríamos sufrir pérdidas.
El punto más débil es que aunque el % de impuestos sea muy pequeño, este se aplica para toda la renta que recibimos. Estaremos pagando impuestos no solo por la rentabilidad, sino también por el capital aportado.